DE LO QUE EL CORARZÓN ESTÁ LLENO,
LA BOCA REBOSA.
                                                                      DICHO ALEMAN.

APRENDER A ESTAR CONTIGO MISMO.

“Practicar la meditación sentado cultiva la bondad incondicional y la compasión, las cualidades relativas de la bodichita (chita=mente o corazón,o actitud; bodi= despierto, iluminado, o totalmente abierto). Nos permite acercarnos más a nuestros pensamientos y emociones para entrar en contacto con nuestro cuerpo. Es un método para cultivar una incondicional amistad con nosotros mismos y para abrir la cortina de la indiferencia que nos separa del sufrimiento de los demás. Constituye nuestro vehículo para aprender a ser realmente afectuosos.

Poco apoco, a través de la meditación, empezamos a notar que hay espacios entre nuestro diálogo interior. Mientras estamos hablando constantemente con nosotros mismos, experimentamos una pausa, como si despertáramos de un sueño. Reconocemos con claridad nuestra capacidad para relajarnos, el espacio, la ilimitada consciencia que existe ya en nuestra mente. Experimentamos momentos de vivir el presente que son sencillos, directos y despejados.

Este volver a la inmediatez de nuestra experiencia constituye el aprendizaje de la bodichita  incondicional . Al estar simplemente aquí, nos relajamos cada vez más a la abierta dimensión de nuestro ser. Es como salir de un mundo de fantasía y descubrir la simple verdad.

Sin embargo, no tenemos ninguna garantía de que meditar sentados nos aporte algún beneficio, ya que podemos practicar durante años sin penetrar en nuestro corazón y  en nuestra mente, si usamos la meditación para fortalecer nuestras falsas creencias: para que nos proteja del malestar que sentimos; para cambiar; o para cumplir nuestras  esperanzas y eliminar nuestros miedos. Y esto nos ocurre al no comprender bien por qué practicamos.

¿Por qué meditamos?, es una pregunta que es bueno hacerse. ¿Por qué hemos de preocuparnos en pasar un tiempo a solas con nosotros mismos?.

En primer lugar, es conveniente comprender que la meditación no sólo sirve para sentirnos bien. Creer que meditamos con este fin es estar abocados al fracaso. Cada vez que nos sentamos a meditar, todos suponemos que no lo estamos haciendo a la perfección, incluso el meditador más avezado experimenta algún tipo de dolor psicológico y físico. La meditación nos muestra tal como somos, con nuestra confusión y nuestra cordura. Este hecho de aceptarnos tal como somos se llama maitri, es mantener una sincera y directa relación con lo que somos…”

“La meditación se convierte en un proceso transformador sólo cuando empezamos a relajarnos con nosotros mismos. Sólo cuando nos relacionamos con nosotros mismos sin moralizar, sin dureza y sin engaños, podremos desprendernos de los patrones mentales perjudiciales…”

“Practicamos la meditación para conectar con la maitri y con aquella apertura incondicional que hay en nosotros. Al no bloquear nada adrede, sentir directamente nuestros pensamientos y dejar que se vayan con una actitud de no darles importancia, descubrimos que nuestra energía original es tierna, sana y fresca. Empieza el entrenamiento de un guerrero descubriendo por ti mismo que lo básico en ti no es la confusión sino la bodichita.”

“Los lugares que te asustan”  Ven. Pema Chödron

SUFRIMIENTO.

A veces hablo con personas que siguen la practica de la meditación durante largo tiempo.
Y así a lo largo de la práctica el asunto esencial es liberarse del sufrimiento. Queremos la felicidad absoluta y por encima de todo. Controlamos o intentamos controlar en la medida de lo posible nuestra respiración, nuestra postura física y nuestra actitud mental. Una y otra vez intentamos desterrar el sufrimiento de nuestro ser y perseguimos la quimera de la felicidad.
Algunas personas después de mucho sufrir en su meditación y de tener muchos dolores de piernas y de espalda e incluso de oreja(ya que incluso a ese dolor puede llegar nuestra sugestión), deciden que ya han sufrido bastante y entonces prosigue su práctica de la meditación en cómodas sillas en las que pueden sentarse igualmente cómodamente para hacer su meditación mas agradable y llevadera. Eso no esta mal, pero debemos tener en cuenta que el sufrimiento va unido a la vida y así solo el cuerpo inerte del difunto puede descansar en paz y ser libre de este.
Si vamos huyendo del sufrimiento, este igualmente nos perseguirá, como la sombra sigue  al cuerpo y si queremos que no haya sombra entonces debemos extinguir el cuerpo.
¿Esto quiere decir que debemos buscar el sufrimiento? .Por supuesto que no. Pero si debemos aprender a convivir con el y por supuesto a intentar aceptarlo dentro de unos limites.
Por supuesto hay estados de sufrimiento que son ingestionables y que sobrepasan los limites aceptables del ser, pero debemos aprender a entender que es lo que nos produce este y tenemos que hacernos íntimos con el.
Liberarse del sufrimiento consiste en entender el sufrimiento y aprender de su raíz, así como no tenerle miedo y aceptarlo.
Por tanto si meditáis y sentís en vuestro cuerpo y espíritu y dolor y el sufrimiento investigad de donde viene y haceos íntimos con todo lo que estáis experimentando así poco a poco iréis aprendiendo la verdadera realidad de este.