martes, 19 de marzo de 2013
LA DISCIPLINA DEL SILENCIO.
Los discípulos de la tradición Tendai solían estudiar meditación antes de que se introdujera el Zen en Japón. Cuatro de ellos se comprometieron entre si observar siete días de silencio.
El primer día todos permanecieron silencio. Su meditación había comenzado con buenos auspicios: pero, cuando cayó la noche y las lámparas de aceite empezaron a debilitar su llama, uno de los discípulos no pudo evitar decir en voz alta a un servidor:
-Acomoda esas luces.
El segundo discípulo se sorprendió de oír hablar al primero.
-Habíamos quedado en no decir una palabra- observó.
- ¡sois tontos vosotros dos! ¿porqué habéis hablado- preguntó el tercero.
-Yo soy el único que no ha dicho palabra. concluyó el cuarto.
DIFICIL ES MANTENER LA DISCIPLINA DEL SILENCIO.
El primer día todos permanecieron silencio. Su meditación había comenzado con buenos auspicios: pero, cuando cayó la noche y las lámparas de aceite empezaron a debilitar su llama, uno de los discípulos no pudo evitar decir en voz alta a un servidor:
-Acomoda esas luces.
El segundo discípulo se sorprendió de oír hablar al primero.
-Habíamos quedado en no decir una palabra- observó.
- ¡sois tontos vosotros dos! ¿porqué habéis hablado- preguntó el tercero.
-Yo soy el único que no ha dicho palabra. concluyó el cuarto.
DIFICIL ES MANTENER LA DISCIPLINA DEL SILENCIO.
domingo, 10 de marzo de 2013
Suscribirse a:
Entradas (Atom)