jueves, 23 de mayo de 2013

¿AH SÍ?

El maestro Zen Hakuín era alabado por sus vecinos a causa de su ejemplo de vida pura.
Cerca de él vivía una bella muchacha cuyos padres eran dueños de un abacería. De pronto, sin saber cómo, los padres descubrieron que la joven estaba en cinta. Esto los irritó, Ella se negó a confesar quién había sido el hombre, hasta que tras mucho acoso , nombró al maestro Hakuín.
Llenos de cólera, los padres se apersonaron al maestro. -¿Ah sí?- fue todo lo que él dijo.
Cuando el niño nació, lo llevaron a Hakuín. Para entonces éste había perdido su reputación, lo que no lo perturbaba, pero cuidó muy bien  al niño. Conseguía leche de sus vecinos, y todo lo demás que necesitaba el pequeño.
Un año más tarde, la joven madre no pudo soportarlo, y dijo  a sus padres la verdad: el verdadero padre del niño era un mozo que trabajaba en la pescadería.
Los padres de la muchacha acudieron al punto a Hakuín para pedirle perdón, deshaciéndose en disculpas, y llevarse a la criatura.
Hakuín estuvo de acuerdo. Todo lo que dijo fue: - ¿Ah sí?- y entregó al niño.

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