domingo, 22 de septiembre de 2013

EL SUEÑO QUE OS ENVUELVE.

Y le dijeron: Maestro bueno, háblanos de la Muerte.
Y Él, tomando la palabra, así les decía:
Lo que llamáis vida no es sino la muerte de las cosas.
Aquello que veis con los ojos es la muerte de ellas. Y aquéllos que se dejan de llevar por ellas están muertos aunque andan y hablan.
Las calles y las plazas están llenas de muerte y , sin embargo para adorarla vais a los cementerios. Muy pocos son aquéllos que Viven en esta existencia. Y menos aún, los que son conscientes de este Despertar y lo llevan a sus hermanos como el mayor apoyo para que vuelvan  a la Vida.
Es tan pesado vuestro sueño que soñáis que Despertáis cuando lo que hacéis es roncar más que antes.
Mirad vuestros corazones, Despertad vuestras conciencias. Llenad vuestros días y vuestras noches de sacrificios; porque tan sólo de esta forma encontraréis la Llama de Luz que os desperece hacia la Vida.

                                            Del libro  "Diálogos con Abul-Beka."
COMO UNA OLA TODOS A UNA INUNDAMOS LAS ORILLAS DE LA VIDA.

                                                                                                                    
                                                                                 J..L Morales.

martes, 10 de septiembre de 2013


Cero preguntas


Un psicólogo conoció a un maestro Zen en un evento social, y decidió hacerle una pregunta que había estando rondando su mente. “¿Exactamente como ayudas a las personas?”, le preguntó.
El maestro respondió: “Los conduzco hasta un lugar en el que ya no pueden hacer preguntas”.
Venerable Sheng Yen: ¿Cuánto tiempo puede el indivíduo mantenerse en este estado de clara luz y percibir la naturaleza del vacío? ¿Esta experiencia se va diluyendo gradualmente? ¿Puede la persona volver a experimentar aflicciones mentales? ¿Como afecta esta experiencia al estado del soñar?

Su Santidad: Una vez que la persona es capaz de tener experiencias conscientes de clara luz, habrá un efecto inmediato sobre la claridad de los sueños.


                                                                                                                      

La mujer perfecta.

Nasrudin conversaba con un amigo.- Entonces, ¿nunca pensaste en casarte?
- Sí, pensé –respondió Nasrudin. – En mi juventud resolví buscar a la mujer perfecta. Crucé el desierto, llegué a Damasco y conocí a una mujer muy espiritual y linda; pero ella no sabía nada de las cosas de este mundo.

Continué viajando y fui a Isfahan; allí encontré a una mujer que conocía el reino de la materia y el del espíritu, pero no era bonita.

Entonces, resolví ir hasta El Cairo, donde cené en la casa de una moza bonita, religiosa y conocedora de la realidad material.

- ¿Y por qué no te casaste con ella?

- ¡Ah, compañero mío! Lamentablemente ella también quería un hombre perfecto…

Paulo Coelho

El Astrónomo


A la sombra del templo mi amigo y yo vimos a un ciego, sentado allí, solitario.
-Mira -dijo mi amigo-: ese es el hombre más sabio de nuestra tierra.
Me separé de mi amigo y me acerqué al ciego. Lo saludé. Y conversamos.
Poco después le dije:
-Perdona mi pregunta: ¿desde cuándo eres ciego? -Desde que nací -fue su respuesta.
-¿Y qué sendero de sabiduría sigues? -le dije entonces.
-Soy astrónomo -me contestó el ciego. -Luego, se llevó la mano al pecho, y dijo:
-Sí; observo todos estos soles, y estas lunas, y estas estrellas.

                                                                                                                                                                                                          Khalil Gibrán
Estudiar el camino de Buda es estudiarse a sí mismo
Estudiarse a sí mismo mismo es olvidarse a sí mismo.
Olvidarse a sí mismo es ser iluminado por todo cuanto existe.
Ser iluminado por todo cuanto existe es abandonar el propio cuerpo y mente, y el de todos los demás.
Ni una sola traza de iluminación permanece
Y esta iluminación sin traza continua sin cesar.




                                                                                                                                                                                                             Dogen.