Y le dijeron: Maestro bueno, háblanos de la Muerte.
Y Él, tomando la palabra, así les decía:
Lo que llamáis vida no es sino la muerte de las cosas.
Aquello que veis con los ojos es la muerte de ellas. Y aquéllos que se dejan de llevar por ellas están muertos aunque andan y hablan.
Las calles y las plazas están llenas de muerte y , sin embargo para adorarla vais a los cementerios. Muy pocos son aquéllos que Viven en esta existencia. Y menos aún, los que son conscientes de este Despertar y lo llevan a sus hermanos como el mayor apoyo para que vuelvan a la Vida.
Es tan pesado vuestro sueño que soñáis que Despertáis cuando lo que hacéis es roncar más que antes.
Mirad vuestros corazones, Despertad vuestras conciencias. Llenad vuestros días y vuestras noches de sacrificios; porque tan sólo de esta forma encontraréis la Llama de Luz que os desperece hacia la Vida.
Del libro "Diálogos con Abul-Beka."
Un psicólogo conoció a un maestro Zen en un evento social, y decidió hacerle
una pregunta que había estando rondando su mente. “¿Exactamente como ayudas a
las personas?”, le preguntó.
El maestro respondió: “Los conduzco hasta un lugar en el que ya no pueden
hacer preguntas”.